MDN
(Foto: Heroína Estudio)
Nora Sugobono

Difícil identificar desde cuándo –y por qué– la nostalgia se ha puesto tan de moda (está en series, películas y hasta en filtros para fotos), pero no pretendo ser yo quien vaya contra la corriente. Desde que formatos frescos como Isolina y, más recientemente, El Bodegón, trajeran de regreso el concepto de la taberna –respetando la tradición pero abriendo nuevas posibilidades–, el panorama culinario de la ciudad no ha vuelto a ser el mismo. Y para bien: la tendencia no hace más que continuar.

Resulta irremediable no detenerse en una de las palabras que acompañan el nombre del restaurante que hoy nos concierne: ‘milanesería’ (bonita categoría que merece ser usada con más frecuencia). Queda claro qué se sirve en Katsuya, pero la visita ofrece más de una sorpresa. La primera de ellas está en el local en sí: por fuera casi parece una trattoria, pero no deje que eso lo confunda. Por dentro, fotos de las primeras décadas de la inmigración japonesa cuentan una historia que debe entenderse más allá de la mesa.

Norberto Hosaka ha dedicado buena parte de su vida al negocio gastronómico. Una vocación que heredó de su abuelo, Toshinaga, quien tuvo por décadas una fonda en Barrios Altos, donde se instaló ni bien llegó de su natal Japón. El espacio nunca tuvo nombre, pero a Toshinaga le decían ‘Vitamina’ por sus sopas y guisos locales (a los cuales agregaba de vez en cuando insumos japoneses). La especialidad de la casa eran, sin embargo, las milanesas o apanados. Todos empanizadas con panko y servidos con comida peruana. Katsuya es resultado de esa herencia.

El menú va más o menos así: las de pollo cuestan S/ 25; las de res y cerdo, S/ 27; y las de berenjena, S/ 20. Puede acompañarlas con un poco de todo. Desde arroz chaufa, frejoles o papas y huevo frito, hasta arroz verde y tallarines rojos. Hay algunas combinaciones que ofrecen hasta tres opciones en el plato. No olvide que también puede pedir platos criollos como patita con maní, chanfainita o cau cau (S/ 15 cada uno). Vaya con hambre: aquí el tamaño sí importa. //

DIRECCIÓN:
Av. Guillermo Prescott 502, San Isidro.
HORARIOS:
Lunes a sábados de 8 a.m. a 12 a.m. / Domingos de 8 a.m. a 6 p.m.
CONTACTO:
719-5253 / 981-334142

PARA COMERTE MEJOR

-Aunque los platos son en definitiva contundentes, intente dejar algo de espacio para los postres. Torta de chocolate (S/ 13
la ración), de pecanas (S/ 12), crema volteada (S/ 8), brownies (S/ 8) y alfajores (S/ 4) forman parte de la oferta regular.

-Hay una carta especial de desayunos, bastante clásica pero útil: hay desde tamales hasta huevos. Cafés y sánguches como el pan con chicharrón (S/ 12), mixto (S/ 8) y capresse
(S/ 12) completan el menú.

-El espacio donde hoy está Katsuya fue antes Ebisu, restaurante de comida nikkéi. No le sorprenda si no ve el cartel: está en proceso, por el traspaso.

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