En invierno, las personas se vuelven más sedentarias, disminuyen la actividad física, elevan el consumo de azúcar en bebidas calientes, comen más bocadillos y toman menos agua, con lo cual algunos suben de peso, perjudicando su salud, advierten los especialistas de EsSalud.
TE PUEDE INTERESAR
Edinson Sánchez, nutricionista clínico del Hospital Nacional Alberto Sabogal de EsSalud, recomendó no descuidar el consumo verduras, las cuales se pueden preparar en saltados o incluirlas en sopas o cremas. Asimismo, comer de dos a tres porciones de frutas al día y no descuidar la hidratación, ya que en invierno existe la tendencia a consumir menos agua.
“La necesidad de hidratarse en invierno no varía mucho respecto al verano y por ello es importante tomar bebidas sin azúcar, ya que las infusiones o el café azucarado incrementan las calorías”, explicó el especialista.
Optar por un snack saludable
El profesional de la salud advirtió que cuando la temperatura es baja a media tarde o a media mañana, se nos apetece comer algo más dulce o consumir bebidas azucaradas, por lo que recomendó optar por un snack saludable que puede ser fruta natural, frutos secos o un sánguche proteico. Para no desear comer más, es preferible consumir proteínas, ensaladas con fibra e hidratarse.
Asimismo, recomendó en invierno realizar ejercicios por lo menos 45 minutos al día dentro de casa, en un gimnasio o ambiente cerrado, guardando los protocolos y las medidas de bioseguridad por la pandemia.
El especialista sostiene que no solo se debe correr o trotar sino también realizar ejercicios de fuerza para prevenir que la masa muscular no se atrofie.
Sopa de cremas
El nutricionista refirió que se considera que las sopas o las cremas no aportan gran cantidad de calorías, pero si le agregamos fideos, papas y carnes, sí van a contribuir al aumento de peso sobre todo si las acompañan con bebidas como el emoliente que muchas veces se preparan con grandes cantidades de azúcar.
Aconsejó no descuidar la alimentación para no subir de peso porque perjudica la salud, sobre todo si hay una comorbilidad de fondo, como las personas que tienen diabetes, hipertensión, hígado graso.