En definitiva, las decisiones que tomamos con respecto a nuestra alimentación son totalmente personales, puesto que están basadas en nuestros conocimientos, emociones, hábitos y estilos de vida. Sin embargo, gracias a la difusión inmediata de la información, hoy en día tenemos la oportunidad de ser más consciente respecto a lo que implica una dieta saludable, pero también conocer más sobre la industria alimentaria y todos los sectores que aseguran su desarrollo.
Cabe señalar que, la ganadería tiene un impacto significativo en el medio ambiente, pues es responsable de generar 18% de los gases de efecto invernadero al año, además este sector es una de las principales causas de degradación del suelo y de los recursos hídricos, lo que contribuye a la contaminación del agua. Por otro lado, cada día mueren millones de animales en el mundo destinados al consumo humano, quienes son seres con un sistema nervioso central similar al nuestro, es decir, son capaces de sentir dolor, miedo, depresión y malestar psicológico.
Por esta razón, cada 20 de marzo se celebra el Día Mundial sin Carne, un evento promovido por Farm Animal Reform Movement (FARM), con el objetivo de educar e inspirar a las personas a llevar una alimentación basada en plantas para poder reducir nuestro consumo de carne, lo cual no solo es bueno para nuestra salud, sino que también ayuda a crear un mundo más respetuoso con el medio ambiente y con los animales.
¿Cómo podemos sustituir la carne?
Si bien es cierto, el consumo de carne puede variar según el país, la cultura y las preferencias personales, según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), la ingesta per cápita de carne en el mundo en el 2020 fue aproximadamente de 43,4 kg por año. Es por este motivo que, se busca concientizar a la población sobre el consumo excesivo de este alimento, ya que contiene grasas saturadas, las cuales aumentan el riesgo de enfermedades cardiovasculares, colesterol elevado y ciertos tipos de cáncer.
Como expresó Karen Velásquez Pérez, nutricionista de la Clínica Ricardo Palma a Bienestar de El Comercio, si pretendemos reducir la ingesta de carne, es fundamental tomar en cuenta otros alimentos que sean una fuente de proteínas, en este caso la alternativa idónea son los de origen vegetal, como los cereales y las menestras.
En efecto, al considerar las porciones adecuadas, podemos obtener muy buen aporte de proteínas de alto valor biológico, gracias a la combinación entre los cereales (quinoa, trigo y arroz) y las menestras (lentejas, frejoles y payares). Definitivamente, podemos cubrir nuestra cuota proteica y de aminoácidos del día con estos grupos alimenticios, por lo que la nutricionista recomendó el consumo de las legumbres de dos a tres veces a la semana, mientras que, la ingesta de cereales puede ser diaria.
¿Qué hay que tomar en cuenta si se suspende el consumo de carne?
Es probable que, al eliminar la carne de nuestra dieta no adquiramos todos los nutrientes necesarios para nuestro adecuado funcionamiento; no obstante, como recalcó Velásquez tal vez podemos optar por una alimentación lacto-vegetariana, es decir, consumir huevos y lácteos. Por otro lado, si apostamos por un estilo de vida vegano, sí se puede presentar un déficit en algunas vitaminas y minerales, pero pueden emplearse suplementos, ya sea en jarabe o pastillas, de hierro y vitamina B12. En realidad, con una adecuada orientación por parte de un especialista, es posible complementar en parte el requerimiento necesario de macronutrientes y micronutrientes.
Receta rápida y sencilla
Tabulé de quinua y garbanzos
Ingredientes
- 1 taza de quinua cocida
- ½ taza de garbanzos cocidos
- 1 tomate
- 1 pepinillo chico
- ¼ de palta Mediana
- Perejil picado
- Hojas de menta picadas
- Ajonjolí tostado
- 2 limones
- Aceite de Oliva
- Sal y pimienta al gusto
Preparación
- Pelar y cortar el pepinillo y el tomate en dados.
- Colocar en un recipiente la quinua y los garbanzos cocidos, el tomate y el pepinillo en dados, el perejil y las hojas de menta.
- Mezclar bien.
- Cortar la palta en láminas y colocarlas encima de la mezcla.
- A parte, mezclar zumo de limón con el aceite de oliva, sal y pimienta al gusto.
- Rociar sobre la ensalada y espolvorear con el ajonjolí tostado.
¡Listo, a disfrutar!